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  • agosto 27, 2025
  • sergiosanz999@gmail.com

1.2 Componentes Principales del Ordenador

Un ordenador es mucho más que una simple pantalla y un teclado. Es un sistema complejo compuesto por varios elementos que trabajan juntos para procesar información y ejecutar tareas. Comprender estos componentes es crucial para entender cómo funciona la tecnología que usamos a diario. Los principales son la placa base, el procesador (CPU), la memoria RAM y la unidad de almacenamiento.

Placa Base: El Sistema Nervioso
La placa base es el circuito principal del ordenador. Imagínala como el sistema nervioso central que conecta todos los componentes entre sí, permitiendo que se comuniquen. A ella se enchufan el procesador, la memoria RAM, las tarjetas gráficas y las unidades de almacenamiento. Es, sin duda, la espina dorsal que da forma a la arquitectura del equipo.

Procesador (CPU): El Cerebro
El procesador, o CPU (Central Processing Unit), es el cerebro del ordenador. Su función principal es interpretar y ejecutar las instrucciones de los programas y gestionar los datos. La velocidad de un procesador se mide en gigahercios (GHz) y es un indicador clave de la capacidad de procesamiento de un equipo. Un procesador más rápido puede realizar más operaciones por segundo, lo que se traduce en un rendimiento más fluido y veloz.

Memoria RAM: La Memoria a Corto Plazo
La memoria RAM (Random Access Memory) es la memoria de trabajo del ordenador. Es donde se almacenan temporalmente los datos y programas que se están usando en el momento. A diferencia del almacenamiento a largo plazo, la RAM es volátil, lo que significa que los datos se borran al apagar el ordenador. Cuanta más RAM tengas, más programas podrás ejecutar al mismo tiempo y más rápido funcionará el sistema, ya que no tendrá que acceder constantemente a la unidad de almacenamiento.

Unidad de Almacenamiento: El Archivo Permanente
La unidad de almacenamiento es el lugar donde se guardan de forma permanente el sistema operativo, los programas y todos tus archivos (documentos, fotos, vídeos, etc.). Existen dos tipos principales: los discos duros HDD (Hard Disk Drive), más tradicionales y económicos, y los discos de estado sólido SSD (Solid State Drive), mucho más rápidos y eficientes. Los SSD han revolucionado el rendimiento de los ordenadores, reduciendo drásticamente los tiempos de arranque y carga de aplicaciones.